viernes, 29 de enero de 2016

EL ANTIGUO DEPÓSITO SEGARRA


El gérmen inicial de la fábrica Segarra se produce en 1882 cuando D. Silvestre Segarra Aragó crea una pequeña y modesta fábrica de alpargatas en su pueblo natal, la Vall d’Uixó. Su nacimiento y posterior desarrollo están claramente relacionados con la tradición alpargatera del pueblo de la Vall y el gran mercado que eran los ejércitos del país.

Hacia 1919 se abre la fábrica Ricardo Vicente Segarra Forner tecnologías de fabricación de calzado con piso de cueroProgresivamente desciende la industria de la alpargata y se desarrolla la industria del zapato, en la que sobresale de forma muy destacada la empresa Segarra, que llegó a ser la segunda en importancia en Europa, con un complejo industrial que, además de fabricar calzados, también elaboraba toda clase de artículos relacionados, curtidos, cajas de cartón, hormas, patronaje, hebillas, imprenta, laboratorios de desarrollo, entre otros.

Durante la guerra civil, las edificaciones fabriles quedaron seriamente dañadas y su utillaje, talleres, maquinaria etc. fueron desmontadas y evacuadas por el ejército republicano. Pero los gerentes no fueron expulsados sino que la empresa pasó a ser codirigida por los trabajadores y por los antiguos gerentes.

En el año 1937 el estado, por la incauta y la dedica a la producción de material para el ejército republicano. Al parecer, en esta época la familia Segarra ya no tomaba decisiones en lo referente a la empresa, aunque nunca perdió del todo una cierta presencia.

En 1938, durante el mes de junio, el ejército franquista entra en Castellón, desde donde después lanzan la ofensiva sobre la ciudad de Valencia, infructuosa en un primer momento, debido a la resistencia del ejército republicano y al comienzo en julio de la batalla del Ebro. A la altura de Viver y de Vall d’Uxó quedan las posiciones detenidas y el pueblo en primera línea del frente.

Terminada la guerra civil la fábrica vuelve a manos de la familia Segarra, que tenía muy buenos contactos con los dirigentes y personalidades del nuevo régimen, de modo que se obtienen rápidamente los permisos y ayudas económicas para la reconstrucción de las fábricas. Así se consigue recuperar gran parte de la maquinaria industrial y el utillaje que estaban dispersos por las provincias de Castellón, Valencia y Alicante.

En el año 1940, la Fábrica tenía en plantilla 1.537 trabajadores. Su producción se destinaba principalmente al ejército, con unos 36.000 pares de botas al mes. También se producía para el mercado civil, y disponía de doce tiendas, en toda España, para la venta al por menor, de sus productos. Progresivamente se consolida como una de las más importantes empresas de España.





Además se realiza una importante labor social, ya que se crean, para los obreros, una clínica, economato, comedor social, poblado obrero, escuela de aprendices, Coto escolar Silvestre Segarra Aragó, Consejo de protección escolar para las escuelas del pueblo y una biblioteca.

El desarrollo de la empresa, originó una industrialización gigante, sobre la base de una cierta inestabilidad. Consentía una excesiva cantidad de mano de obra, desatendiendo la puesta al día tecnológica de su producción. Precisamente por ese gigantismo no podía adaptarse a la moderna demanda del mercado, que exigía cambios continuos en modas y tecnología. Es muy significativo que en el año 1971, se produjeran 800.000 pares de zapatos, menos que el año anterior con el mismo número de trabajadores.

Rápidamente bajó la producción y empezaron las pérdidas que se convirtieron en millonarias y progresivas, incrementándose de año en año. Pasando la situación a convertirse en insostenible.

El 25 de septiembre de 1978 la empresa fue incautada, gracias a una ley de 1 de septiembre de 1939, en la que se especificaba que el consejo de ministros tenía la potestad de incautar empresas mercantiles dedicadas a la fabricación de elementos de guerra que por alguna causa se vieran obligadas a interrumpir sus actividades, en este caso los elementos de guerra eran las botas. 

De este modo el Patrimonio del Estado adquirió las sociedades Silvestre Segarra e Hijos, SA y Arrages, SA. En 1979 su razón social es: IMEPIEL, SA (Industrias Mediterráneas de la Piel, SA) pasando a ser una empresa pública.

La gestión estatal fue bastante desastrosa, y en febrero de 1990 la compró la sociedad de capital privado Círculo de Financiación y Gestión, SA, que se encontró con un mastodonte de muy difícil manejo y rentabilización. Dos años mas tarde se puso el punto final a su larga historia.


Información extraída del estudio 
sobre la Fábrica Segarra de 
Ricardo Vicente Segarra Forner.







El depósito de agua que abastecía a las fábricas, estaba situado a varios kilómetros de las instalaciones fabriles y en una cota superior. Se trataba de una enorme y profunda balsa sobre la que se hizo una construcción, en sentido transversal, como se muestra en la fotografía extraída del mismo estudio de Segarra Forner, destinada a albergar oficinas, una cocina y servicios.


Este es el estado del depósito en la actualidad.
































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Por otra parte, tengo intención de conservar los lugares que visito en el mejor estado posible y durante el mayor tiempo posible, por ello no doy localizaciones, a parte de los sitios muy conocidos, y por ello muy vandalizados, cuya ubicación ya cito en los textos.

No saqueo, no robo, por supuesto respeto las cerraduras que están cerradas, no rompo cosas, paso por el sitio dejándolo intacto, solo hago fotografías y disfruto mucho de lo que me rodea.